Silencian al 90% de los padres del Colegio «Vicenta Ruso» de Santa Pola

LOS SIGUIENTES HECHOS HAN TENIDO LUGAR EN EL COLEGIO “VICENTA RUSO” DE SANTA POLA  EN RELACIÓN AL PROGRAMA DE EDUCACIÓN PLURILINGÜE 

Escrito por:  Padres del colegio público «Vicenta Ruso» de Santa Pola (Alicante)

El centro educativo se diseñó para albergar 450 plazas de estudiantes con 2 líneas, sin embargo, actualmente se encuentra masificado con un total de 851 alumnos organizados generalmente desde infantil a primaria en cuatro grupos prácticamente en todos los cursos.

Esta anomalía de masificación ha permitido que con el paso del tiempo se haya podido desarrollar tímidamente una línea en valenciano (PPEV), en la que están matriculados menos del 20% del alumnado del centro, frente al más de 80% de alumnado que elige la opción de línea en castellano (PPEC). No obstante, la línea en valenciano -según datos del centro- es elegida por menos del 15% de los alumnos en primera opción: el resto de alumnado, normalmente de nueva incorporación, se ve forzado a elegir esa opción para poder tener plaza, cambiándose en cuanto resulta posible a la opción que más le satisface.

Por ello, en la práctica más de un 85% de padres han ido eligiendo en primera opción la línea en castellano, y menos de un 15% la de valenciano, en clarísima minoría. Aunque Santa Pola está catalogado como una zona valencianoparlante del Baix Vinalopó, la realidad es que el centro está en Gran Alacant, que es una zona urbana geográficamente distante de cualquier otro colegio, caracterizada por un porcentaje de población migrante española y extranjera muy importante, superior al 70% del total. Una gran parte de esta población es itinerante, ligada al quinto aeropuerto con más tráfico del país, y a trabajadores de Alicante y Elche que la usan como ciudad dormitorio.

Abundando aún más en esta cuestión, los padres de la línea castellana, con mayor o menor grado de acuerdo, aceptaron que se introdujeran dos materias importantes en valenciano en Primaria aparte de la propia asignatura de valenciano: Ciencias Naturales y Ciencias Sociales. Esto es considerado un gran esfuerzo de aprendizaje del valenciano por los padres de línea castellana, al máximo nivel, y ni siquiera es aceptado por todos de buen grado. Este nivel de docencia de asignaturas en valenciano se corresponde con el nivel “Intermedio 1” del nuevo Decreto.

Es por eso que en general los padres del centro en amplia mayoría, consideran que el aprendizaje de la lectoescritura del castellano no puede basarse en el manido recurso de «el castellano lo aprenden en casa», ya que muchos vecinos utilizan en sus relaciones familiares otros idiomas, que incluso cuentan con grafías distintas. Hablamos de alumnos de origen gallego, vasco, chino, inglés, francés, árabe, indio, ruso, y un interminable etcétera…

El decreto y sus instrucciones de aplicación, y tal y como corroboró a los padres en persona el Director General de Política Educativa, considera que los padres no son competentes para elegir el modelo educativo lingüístico de sus hijos y que no deben ser consultados, igual que no deben ser consultados sobre cuántas matemáticas deben aprender. Se nos ha indicado que el decreto es fruto de expertos universitarios y estudios de campo que deben prevalecer y que la opinión de los padres sólo sería tenida en cuenta a través del Consejo Escolar, así como la de los profesores a través del Claustro.

En el CEIP Vicenta Ruso, esa forma de participación más que discutible ha generado un tremendo conflicto: sucede que el AMPA y los padres del Consejo Escolar son en amplia mayoría de opinión favorable o muy favorable al decreto y a una implantación del nivel más alto de valenciano “Avanzado 2” en el centro. Hay una amplia sensación de que el AMPA ha intentado echar tierra sobre el asunto, a ver si por simple dejadez de los padres pasaba desapercibido hasta que fuera demasiado tarde.

Así las cosas, parecía que una elección de sentido común por parte del Consejo Escolar y Claustro en sus votaciones amparadas por el Decreto, era escoger como nivel para el centro el “Intermedio 1”, dado que ya lo eligen en sus matrículas –aún con reticencias- más del 85% de los padres y supone el máximo nivel de esfuerzo en el aprendizaje en valenciano (a regañadientes) que están dispuestos a hacer los padres, por las especiales características y realidad de la población y familias.
Efectivamente, el Claustro concluyó en sus votaciones que el nivel más adecuado era un “Intermedio 1” pero el Consejo escolar, y una abrumadora mayoría de padres en él, eligieron el nivel Avanzado, que sólo desea menos del 15% de alumnos en primera opción.
Esto fue considerado por una gran mayoría de padres como una anteposición de las opiniones de intereses personales de menos del 15% de las familias, pero que disfrutan de más presencia en el Consejo Escolar y AMPA, frente a los deseos de más del 85% de familias a las que representan en esos organismos.

Cundió entonces el malestar en un ingente número de padres que se cristalizó en la solicitud de realizar una votación de opinión con censo acerca del nivel que fuera más acorde con la realidad y sin el evidente sesgo que se había presenciado. La solicitud de censo fue denegada por Consellería, impidiendo esa votación.

A continuación, se acudió al centro para repartir una simple circular de opinión entre los padres, pero el centro no quería posicionarse en ninguna opción ni ayudar en nada si no era con el apoyo del AMPA, por lo que se acudió a ellos. El AMPA puso todo tipo de impedimentos y excusas para solicitar la opinión a los socios y no socios, por lo que finalmente se realizó un modelo de opinión para entregar en Consellería que fue repartido por la buena voluntad de los padres en paradas de autobús, puerta del colegio y establecimientos locales.

De ese documento informal de opinión, nominativo y firmado, sin medios ni apoyo alguno, se recabaron los deseos de unos 400 padres y madres que en más de un 90% pedían que se implantase el sentido común, en forma de nivel “Intermedio 1”, deseos que fueron transmitidos a Consellería con registro de entrada. Así se hizo.

Paralelamente, el AMPA organizó una votación presencial y anónima, limitada a dos horas en horario laboral, en la que unos 100 padres pedían la implantación del nivel Avanzado.
Claramente había una polarización en la opinión de los padres y un fuerte sesgo en los órganos del centro en los que estos padres participan, pero no representan visto lo visto, a la totalidad de las familias en este asunto.

Finalmente, el 2 de mayo de 2017 se le concedió oficialmente al centro el nivel “Intermedio 1”, tal y como parecía sugerir el sentido común y todo lo anteriormente expuesto. Pero ahí no había terminado la historia: el 17 de mayo, un grupo de madres de la línea valenciana, entre las que se encontraba un miembro de la directiva del AMPA, solicitan una reunión con el Director General de Política Educativa, para entregarle un escrito y debatir con él y la dirección del centro un cambio de nivel a última hora, un día hábil antes del comienzo del proceso de matrícula, cuando todas las familias prácticamente habían elegido su colegio y realizado sus investigaciones conforme a sus preferencias. En ese escrito se pedía textualmente que prevaleciera el derecho a la educación en valenciano del 15% de los alumnos frente a la mayoría, y que de no hacerlo supondría “el desplazamiento a Santa Pola de un número considerable de niños”, pese a que lo contrario supondría el mismo desplazamiento del 85% restante.

En esa reunión finalmente se pudieron introducir tres padres en representación de la mayoría de padres de línea castellana, se debatió acerca del decreto, sus objetivos y aplicación, y se solicitó que se atendiera al sentido común y la realidad de la situación de la población y las familias.

Finalmente, el día hábil antes del proceso de matriculación, y con la totalidad de las familias con centro ya elegido y listo para solicitar, el 19 de mayo el nivel fue alterado a “Avanzado 2 experimental”, fórmula ad-hoc que será revisable anualmente. De nuevo parece que la precipitada decisión del Director General de Política educativa no se atiene al sentido común: por un lado, indica que la opinión de los padres no tiene ningún valor e influencia, pero por otro lado, cambia el nivel lingüístico del centro con toda la decisión de las familias ya tomada, en el peor momento… por el simple hecho de que cuatro madres que representan a menos del 15% del alumnado le exponen su opinión, obviando la opinión de más del 85% restante.

Una amplia mayoría de padres elucubran que efectivamente se está haciendo un experimento con ellos, que se podría denominar «qué pasa cuando fuerzas a un centro de buen tamaño con abrumadora mayoría de matrícula castellanohablante y extranjera a ir al ritmo de Avanzado 2». Asimismo, los padres piensan que el experimento en sí puede tener un valor importante para el gobierno regional futuros debates y propuestas de modificación o derogación del decreto (sobre todo si la experiencia no fuera muy negativa), aparte de que trae consigo dos efectos beneficiosos para el gobierno regional que también pueden haber influido -o no- en esa decisión, pero perversos para los padres:

-Es posible que la matrícula disminuya, ya que los padres están de hecho yendo a otras alternativas públicas (Valverde, Santa Pola, Elche, Alicante), concertadas o privadas. Eso resuelve de un plumazo el problema de masificación y la necesidad imperiosa de un nuevo colegio a corto plazo, pudiendo dilatarse los plazos y ahorrando costes y resolviendo inadecuada y forzosamente el problema de la masificación.

-En Santa Pola como término municipal sólo se ofertan 20 plazas del avanzado 2, a lo que ahora se añaden 100 plazas nuevas y se equilibra la oferta para aquellos padres de línea valenciano de Santa Pola pueblo que puedan o quieran traer a sus hijos a Gran Alacant. En contraposición, aquellos padres de Gran Alcant que puedan y obtengan plaza, tratarán de matricular a sus hijos en Santa Pola, donde existe oferta castellanohablante en los centros.

Esta situación atenta al sentido común: Santa Pola, catalogada como valencianoparlante, tiene una amplia oferta de niveles con menor presencia en valenciano, como intermedio y básico, mientras que Gran Alacant, que en más de un 85% eligen línea en castellano y superan en demanda a varios colegios de Santa Pola juntos, no tienen oferta alguna de esos niveles.

5 comentarios sobre «Silencian al 90% de los padres del Colegio «Vicenta Ruso» de Santa Pola»

  1. Lo que acabo de leer está pasando en muchísimos centros educativos, esto va a acabar mal, no se puede sustituir una lengua por otra sin que pase nada, es una aberración

  2. Pues a la manifestacion contra el decreto estuvimos muy poquitos. Al resto de papis.. os van a educar en valenciano a los hijos y estais conformes? Mover el culo y protestar.

  3. Soy Andaluz, aunque llevo aqui toda la vida. Nunca he conseguido integrarme completamente en mi pueblo, ni en la universidad, donde los mejores catedraticos e investigadores eran valencianos y por supuesto valencianohablantes. Siempre he querido que mis hijos estudiaran en valenciano y aprendieran las 2 lenguas al mismo tiempo. Siempre se me denegó, incluso se reian de mi en su colegio, concertado. Ahora por fin mis hijos van a estudiar en valenciano. Ya no se rien tanto. Y yo estoy muy feliz por mis hijos, seran valencianos de verdad, y no andaluces asimilados como yo y mis padres

    1. Puedes ser valenciano y hablar castellano. Así somos la mitad de los valencianos. Yo estoy muy orgullosa de mi lengua y no la cambio.

  4. Atajo de sinvergüenzas… Menuda imposición con el valenciano!!! elegimos como lengua vehicular el castellano, no nos impongan lo que no elegimos!!!

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