Cervantes, consciente de la gran importancia de la lengua española

Magnífica exposición sobre Filosofía del Quijote de Marcelino Suárez Ardura, Ciaño (Asturias) 1962, profesor de geografía e historia y miembro de la junta directiva de la Sociedad Asturiana de Filosofía. También es colaborador habitual de la revista El Catoblepas, y de la Fundación Gustavo Bueno.

El conferenciante nos explica que Cervantes (1547-Alcalá de Henares, 1616 Madrid) tenía conciencia de la gran importancia de la lengua española. El castellano era una lengua que estaba teniendo un éxito inusitado en Europa, causando mucho interés en la que se estaba considerando de las lenguas más perfectas, en donde él decía que la fonética va al par de la fonología, apreciación también referida posteriormente por García Márquez.

VÍDEO:  https://www.youtube.com/watch?v=S85CaQKCnis

El conferenciante explica (ver minutos siguientes al 1:50:00) que la lengua castellana se extiende por toda la península de una manera natural, nada impuesta, y expone el ejemplo del obispo de Tortosa, que pide que se imparta la misa en valenciano, o lemosín **(nota al final), y la propia sociedad civil dice que no, que nada de eso. Decían que ellos eran tan buenos, y traducían tan bien, que entendían perfectamente en castellano. El autor refleja que ellos exponían así para que nadie se fuera a pensar que no sabían castellano, y que ellos eran gente lúcida, tan ilustrados como los demás, al referirse a la lengua castellana, en donde el autor gira en la conferencia de lúcidos a ilustrados, anticipandose al movimiento cultural de entre los siglos XVIII y XIX.

Cervantes es consciente de la importancia de las traducciones, y también de la dialéctica de las lenguas, pero en especial de la importancia de la lengua española, al referirse a las traducciones del griego o latín sobre la lengua de importancia, la del imperio, el español. Suárez Ardura comenta la anécdota de que es el embajador español en Roma el primero que se atreve a dirigirse al Papa en  otra lengua que no sea latín, en español. Y explica que esto no brota de Cervantes, ya que cuenta con Antonio de Nebrija como referente,  autor de la primera gramática castellana en 1492, de un diccionario latín-español en 1492 y otro de español-latín de 1494.

Suárez Ardura se refiere varias veces a la concienciación filosófica y que se ejercita en el propio Quijote, haciendo referencia a una idea de Gustavo Bueno sobre que la literatura española incorpora ideas filosóficas, y aunque la literatura y la filosofía son cosas diferentes, el Quijote es un buen ejemplo que incorpora una concepción romántica, de búsqueda constante y revolucionaria, para lectores con otra perspectiva.

** Lemosín (o catalán), denominación de un dialecto del occitano

( https://es.wikipedia.org/wiki/Lemos%C3%ADn )

En referencia a la mención de Suárez Ardura de la lengua lemosín, por el valenciano, wikipedia aclara que fue usado a partir del siglo XVI para designar esa lengua, aunque en algunos lugares se usaba para referirse a la lengua arcaica y trovadoresca. En el término lemosín se vio una oportunidad para denominar una lengua sin referencias geográficas que hiriese susceptibilidades entre los territorios. Sin embargo, a mediados del siglo xix los especialistas en literatura trovadoresca consideraron inadecuada esa denominación y, en 1862, Marián Aguiló y Fuster reivindicó la recuperación del nombre de «catalán» en los Juegos Florales. La denominación lemosín no sólo se refería al supuesto origen occitano de la lengua sino que algunos de los partidarios del término también incluían el propio occitano, dejando entrever relaciones dialectales del catalán desde esa lengua. En el Valle de Arán se habla una variante de occitano, el aranés, que fue establecida como lengua cooficial. Occitania comprende una gran extensión de todo el sur de Francia, Valle de Arán, algunos valles alpinos de la región italiana del Piamonte y el Principado de Mónaco.

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