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El Gobierno Valenciano impone el requisito lingüístico en toda la Función Pública

El reglamento, que se publicará en menos de 12 meses, desarrollará la exigencia para cada uno de los puestos. 

Esta semana, los grupos parlamentarios de PSPV, Compromís y Unidos Podemos han aprobado la Ley de Función Pública valenciana para regular el requisito lingüístico, es decir, el nivel de conocimiento de valenciano que deben tener las personas para acceder a un puesto en la administración pública valenciana. El reglamento, que se publicará en 12 meses, desarrollará la exigencia del valenciano para cada puesto y lo hará como requisito, es decir, si no lo tienes no podrás participar en el proceso selectivo. 

El PSPV (el país valenciano no existe) intenta lavar su imagen dirigiéndose a la opinión pública diciendo que prefiere MÉRITO que REQUISITO. El mérito significa que otorga puntos según nivel para el acceso al puesto de funcionario, pero no te limita de forma taxativa, como lo hace el requisito. Los socialistas saben que hoy por hoy, en 2021, la gran mayoría de la población en esta Comunidad no quiere deriva separatista, e intenta maquillar su mensaje para no perder votos, pero la realidad es que el propio PSPV desde el Gobierno Valenciano está dirigiendo esta comunidad a velocidad de crucero hacia la división y el odio de la hoja de ruta de los países catalanes.

La postura de este gobierno es que si hay que rebajar el requisito a los sanitarios, se les rebaja. Si la imposición lingüística en educación hay que relajarla en algunas comarcas, se relaja. Si hay que incumplir alguna ley para que el requisito o la imposición en el sistema educativo vayan más despacio, no hay problema. Pero en donde no se presenta resistencia aprietan con saña. En los  otros casos van al máximo, a convertir  una escuela y una administración que ahora es bilingüe en monolingüe. El objetivo es avanzar a cualquier velocidad, pero avanzar en la instauración del separatismo.

El requisito es la lacra

El problema es que los padres ven una utilidad para sus hijos en una lengua que ofrecerá oportunidades para ser funcionario, ante la marcada tendencia de crecimiento del aparato público del Estado. Con ello esos padres reciben una primera dosis que prepara para la segunda: la imposición lingüística, que abrirá las puertas al adoctrinamiento en las aulas para ir incrementando el espectro de partidarios del separatismo en la Comunidad. El tiempo hará lo demás, como en Cataluña, estrategia que será acompañada del control de los medios y de todo un conjunto de asociaciones satélite y entidades de la red clientelar. Y mientras tanto nuestros hijos enmedio, a los que se les roba la lengua materna, el castellano, para la desigualdad educativa. Y eso que el castellano es una de las primeras lenguas de este mundo global, pero eso da igual para el objetivo de separar y romper.